Una de las medidas que están tomando los distintos equipos de gobierno es si cerrar o no los colegios por el riesgo de coronavirus. Esta decisión está en manos de las comunidades autónomas con las competencias transferidas, si bien el gobierno central puede dar una orden que, como organismo superior que es, tenga prioridad sobre cualquier otra orden.

El principal problema que surge entre las familias es que si cierran los colegios… ¿qué hacemos con los niños? Muchos adultos tienen que seguir yendo a sus lugares de trabajo, bien porque sus empresas no haya tomado esa decisión, bien porque directamente sean trabajos.

Entonces, la pregunta que se están haciendo muchos padres es… ¿qué hacemos con los niños? En María Zugasti queremos ayudarte en esta cuestión dándote algunos consejos y analizando bien el problema en su conjunto.

¿Cómo explicar a los niños el coronavirus?

Lo mejor que podéis hacer con los niños es contárselo en cuanto podáis. No esperéis a que sean ellos los que os pregunten. Sed sinceros con ellos, explicadles la verdad: que es un virus, que es peligroso, que es muy contagioso…

Es muy importante que los niños conozcan dos cosas fundamentales: cómo evitar el contagio y cómo detectar los síntomas. En lo primero, lavarse mucho las manos, evitar el contacto con boca, nariz y ojos… en lo segundo, fiebre, tos, sensación de falta de aire…

Contadles también que la mayoría de los casos se recuperan (el 80%)

Y por supuesto responded a todo lo que os pregunten con sinceridad y en un lenguaje que ellos puedan entender.

Guía para organizarse con los niños en casa

Van a ser muchos días, y muchas horas, dentro de la casa y sin posibilidad de salir (en muchos de los casos). Por tanto es importante consensuar una serie de normas.

Lo primero de todo es no descuidar los deberes. Que se hayan cerrado los colegios no significa que en junio no vaya a haber exámenes. O en septiembre. O el curso que viene. La formación sigue su curso, y no se puede bajar los brazos por una situación coyuntural. De hecho, es bastante probable que los niños sigan en contacto con sus centros docentes mediante herramientas telemáticas.

Por tanto, estableced un horario de estudio. Parecido al horario de clase. Quizás no tan estricto, pero desde luego mucho más intenso de lo que normalmente hacen los niños en casa.

De hecho, hay una norma aún más general que respetar: organizar horarios para todo. Diana, desayuno, estudio, almuerzo, tiempo libre…

Hay que tener mucho cuidado con las pantallas, y esto afecta tanto a ordenadores como a televisión o móviles. Hay que evitar el uso abusivo de pantallas, sobre todo teniendo en cuenta que muchos niños, según la edad, ya las usan para el estudio. Poner un límite diario es la mejor opción.

Lo ideal es aprovechar para desarrollar otras opciones de ocio lejos de las pantallas, como son la lectura, escuchar música, pintar… Actividades de interior, ya que salir a la calle no es recomendable salvo necesidad.

Coordinarse entre todos para hacer las tareas domésticas también es importante. Si hasta la fecha los niños no tenían una tarea asignada, este es el momento de involucrarlos en la limpieza de la casa. A fin de cuentas, ellos también viven ahí.

Y si vosotros, los padres, teletrabajáis, tal vez sea también una norma interesante el delimitar las habitaciones en las que se puede estar, cerrar puertas en horarios concretos para favorecer la concentración, y en definitiva respetar los espacios de cada uno.

Los abuelos: población de riesgo

El problema de dejar a los niños al cuidado de los abuelos es que juntas a la población con mayor riesgo de contraer el coronavirus (y menor tasa de supervivencia) con la población que puede ser portadora del virus sin tener la enfermedad (asintomáticos).

Esto lo convierte en un cóctel explosivo, y produciría los efecto inversos de cerrar los colegios: los niños contagiando a sus abuelos. Lo cual produciría, a su vez, un doble perjuicio: seguimos teniendo que cuidar de los niños, y ahora, además, tenemos un familiar enfermo al que atender.

Si tenéis posibilidad de tener al niño aislado durante 14 días, ese sería un buen momento para llevárselo a los abuelos.

En cualquier caso, tened mucho cuidado con vuestros mayores, porque son los más vulnerables. Contad con ellos solo en caso de extrema necesidad.

Contratar una niñera: la profesión más demandada

Contratar una niñera es la solución más segura. Una profesional formada y con buena reputación que se quede con los niños mientras vamos a trabajar. Que les haga cumplir el horario de casa, les recuerde las medidas de higiene y ponga orden y rutina en la vida de los niños.

No es tarea fácil contratar una niñera que sea buena profesional, que trabaje acorde a estas necesidades, y que además tenga afinidad personal tanto con los padres como con los niños. En María Zugasti sabemos esto, y por eso somos muy exquisitas llevando a cabo esta tarea.

Además, ofrecemos a nuestros clientes un servicio de niñeras que no tiene que ser mensual, sino que puede contratarse por media jornada, por días o incluso por horas sueltas.