Este año va a ser una vuelta al cole atípica. Más que nunca. De hecho, aún no se sabe con certeza si se volverá, o en caso de volver, si volverán a cerrar las escuelas a los pocos meses. En cualquier caso, tenemos que estar atentos para poder afrontar cada situación según vaya surgiendo.

La vuelta al cole puede ser traumática para algunos niños. Las vacaciones de verano son muy largas, y los pequeños llegan a desconectar totalmente de sus obligaciones escolares, por lo que la visión de volver a las obligaciones y a las rutinas puede generar ansiedad y rechazo.

Es una buena idea afrontar la vuelta al cole de manera proactiva, escalonada, de manera que no sea para los niños pasar de un día de verano a uno de frío invierno, así sin paños calientes. Graduar las señales, anticipar el cambio de status, puede hacer que una vuelta al cole sea más llevadera.

En María Zugasti queremos darte unas pautas para que la vuelta al cole sea más fácil de afrontar.

Despedir el verano

Durante el último fin de semana de agosto o bien los primeros de septiembre puedes organizar en casa una pequeña fiesta familiar de despedida del verano, recalcando que decimos adiós para dar la bienvenida al otoño.

Que sí, que el colegio empieza a primeros de septiembre y el otoño no entra hasta el 23, pero tampoco se trata de que sea una cosa científica (salvo que sea una fiesta temática sobre la ciencia) sino divertida, y aprovechar el cambio de estación puede ser un buen hilo conductor.

Tener en casa una cuidadora infantil puede ayudar mucho en este tipo de actividades, ya que podrá realizar manualidades y decorar la casa para el cambio de estación.O ayudar a hacer más veraz la fiesta en caso de ser temática.

Cambiar las rutinas

El verano es muy dado a tener horarios y rutinas muy laxas y poco estrictas. Es normal: cuando eres niño, el verano es para disfrutarlo. Ya habrá tiempo de volver al horario castrense en invierno. Y efectivamente eso es lo que hay que empezar a anticiparle al pequeño.

Es muy importante que un par de semanas antes comiences a cambiar su rutina, establezcas un horario lo más similar posible al que tendrán durante el curso escolar. Si tienes personal interno en casa para ayudarte con las tareas del hogar, involúcralo en el cambio de rutinas. Al ver que todos siguen un nuevo esquema, tu hijo se adaptará mejor.

Mantener una actitud positiva

Ya sabemos que nuestros hijos imitan nuestros gestos y que se enteran de …¡todo! Seguro que si ven en ti una actitud positiva ante el comienzo del curso, se sentirán más relajados. Planificar algunas actividades divertidas e involucrarlos en ciertas tareas como comprar material escolar hará que se sientan muy ilusionados.

Comprar material escolar

Una de las cosas que más ilusión hace a los peques de la casa es estrenar material escolar. ¿Y a quién no? No hay nada como entrar en una papelería y recorrer los pasillos anhelando estrenar cada libreta nueva, cada carpeta, cada paquete de bolígrafos…

Para que puedas ir a las mejores papelerías de Madrid sin tener que volver cargado, recuerda que tenemos a tu disposición nuestro servicio de chófer.

Prepararlo todo para evitar despistes y pérdidas

Lo más normal que pase el primer día de vuelta al cole es que se olviden las cosas. Que las prisas y los nervios hagan que sí o sí te tengas que volver a la casa a por el bocadillo, el móvil, la mochila, un peluche…

Para tenerlo todo preparado para ese primer día puedes hacer un listado de cosas que no puedes olvidarte. Tus hijos pueden repasar qué tienen y qué les falta y hacer su propia lista que más tarde podrás revisar.

Empezar el día bien desayunados

El desayuno es la comida más importante del día. Que nadie trate de convencerte de lo contrario. Y mucho menos en lo tocante a tus hijos. Para una buena nutrición y un buen desarrollo es fundamental que salgan de casa bien desayunados. Eso les dará energía para aguantar un intenso día de colegio.

Durante los días previos al comienzo del cole, puedes establecer con el peque qué le gustaría desayunar cada día o bien hacer un listado de peticiones especiales. Eso puede ayudar a que la rutina de desayunar temprano y rápido sea más llevadera.

Por temas de horarios de trabajo y problemas con la conciliación familiar, algunos padres no tienen tiempo de pasar el momento del desayuno con sus hijos. Por un lado no podemos dejar de recomendarte que, al menos durante las vacaciones, aproveches para esto, sobre todo si las tienes en agosto, justo antes de la vuelta al cole.

Por otro lado, recomendarte nuestro servicio de empleadas de hogar.
Una de las tareas que pueden facilitarte es la de preparar desayunos sanos y nutritivos, así como supervisar que efectivamente los niños desayunan (que algunos son muy remolones con lo de comer tan temprano).

Anticipar la presencia de un profesor particular

Es posible que con el inicio del nuevo curso tu hijo vaya a necesitar un profesor particular. Sobre todo si ya ha dado señales en el curso anterior de dificultades con algunas materias. En este caso es posible que quieras afrontar la vuelta al cole con un profesor particular ya desde el primer día.

En este caso conviene anticipar su presencia al niño, comentarlo con él o ella, involucrarle incluso en la elección de la persona, ya que van a ser muchas horas las que van a pasar juntos.

Una opción muy interesante, en la que os podemos ayudar como agencia de servicio doméstico, es tener en casa a cuidadoras y educadoras que les ayudarán con las tareas y les enseñarán valores. E incluso es una interesante opción el tener una niñera bilingüe, en caso de que la asignatura a reforzar sea el segundo idioma, que le dará una buena base de inglés que le será muy beneficiosa en el futuro.


El cole en sí no es ni malo ni traumático. Los niños se lo pasan bien. Entienden y asumen su obligación de asistir, de hacer deberes y de aprobar. Además, cada vuelta al cole supone un reencuentro con sus amigos, una oportunidad de contar las aventuras vividas durante el verano. Todos recordamos con muchísimo cariño e ilusión nuestros años de escolar.

No es el cole en sí, sino la vuelta al mismo, la ruptura con la estación vacacional, la que puede suponer un motivo de tristeza. Si los adultos tenemos la cuesta de enero, los niños tienen la cuesta de septiembre. Por eso es tan interesante el trabajar este tema con ellos, para que esa cuesta sea lo menos pronunciada posible, y así los niños acudan a las clases lo más felices posible.